martes, 15 de diciembre de 2009
FELICIDADES
Felicidades mi amor por todo este tiempo junto a ti.
Han pasado cuarenta y tres años, y mi amor en ti
acude una vez mas a la frescura y a la perseverancia de tu espiritu.
Recuerdas mi amor, siempre los mismos pasos,
siempre a las nueve y media de la tarde,
te acuerdas Madrid, mi Madrid, culmina el recuerdo.
La estela del tiempo continua en la prosecución de lo allí comenzado,
tanto que,dentro de tu alma y de tu cuerpo,
sigues guardando el aroma de mi amor.
"Un día la dije, Madrid, vente con migo a Sotillo,
iremos a la Cirate, a Fuente Menga, a Jara Mediana,
al Gijo, a las Cauceras, al Teso..,
mi tierra es hermosa, huele a brezo,a tomillo, jara y piorno,
y el cielo es como tu mirada.
Anda, ven, te vestiré de zagala, recorreremos el valle,
vente con migo a Sotillo, el pantano besará tu cuerpo
y yo acariciaré tu alma,
vente con migo a Sotillo.
Ella reía y reía, reía y lloraba,
lloraba y lloraba.
No pudo salir nunca de Madrid,
nunca de Madrid, nunca, nunca,
Madrid era solo mía, y era ella de España.
Y llegó una noche amarga,
en la triste estación de las despedidas,
y me alejé de Madrid,
promesas y esperanzas. ¡ Ay aquel pirata!
Después pasó el tiempo,
cuando yo regresé todo permanecia quieto,
la plaza de Roma, Alcalá, las calles estrechas
que vieron nuestro amor sollozaron a mi paso,
Goya y Mola eran piedras dolientes, su casa estaba cerrada.
Me acerqué al Barrio de Salamanca,
dime amigo, donde está Madrid?
Madrid ha muerto.
Cuando te marchastes, vinieron extraños a llamar a su puerta,
Ella, nunca la abrió a ninguno,
te esperaba, te habia esperado siempre,
pues dentro de su alma y de su cuerpo,
guardaba el aroma de su amor.
Por las noches se acercaba junto a mí,
con su soledad y tú recuerdo,
hablaba y hablaba de tí,
¿sabes, Sotillo huele a brezo, tomillo, jara y piorno,
él me lo dijo, y seré zagala.
Madrid ha muerto,
creo que toda España, olió a brezo, tomillo, jara y piorno.
Muy cerca, el campanil de la Beata Ana de Jesús rezaba por mí Madrid,
la brisa lloraba, sus lagrimas temblaban en mi cara,
y yo, perdido, solo, con el alma rota, sin saber hacia donde,
caminaba y caminaba.
Madrid, 15.XII.63 - J.Nicolás"
Han pasado cuarenta y tres años, y mi amor en ti
acude una vez mas a la frescura y a la perseverancia de tu espiritu.
Recuerdas mi amor, siempre los mismos pasos,
siempre a las nueve y media de la tarde,
te acuerdas Madrid, mi Madrid, culmina el recuerdo.
La estela del tiempo continua en la prosecución de lo allí comenzado,
tanto que,dentro de tu alma y de tu cuerpo,
sigues guardando el aroma de mi amor.
"Un día la dije, Madrid, vente con migo a Sotillo,
iremos a la Cirate, a Fuente Menga, a Jara Mediana,
al Gijo, a las Cauceras, al Teso..,
mi tierra es hermosa, huele a brezo,a tomillo, jara y piorno,
y el cielo es como tu mirada.
Anda, ven, te vestiré de zagala, recorreremos el valle,
vente con migo a Sotillo, el pantano besará tu cuerpo
y yo acariciaré tu alma,
vente con migo a Sotillo.
Ella reía y reía, reía y lloraba,
lloraba y lloraba.
No pudo salir nunca de Madrid,
nunca de Madrid, nunca, nunca,
Madrid era solo mía, y era ella de España.
Y llegó una noche amarga,
en la triste estación de las despedidas,
y me alejé de Madrid,
promesas y esperanzas. ¡ Ay aquel pirata!
Después pasó el tiempo,
cuando yo regresé todo permanecia quieto,
la plaza de Roma, Alcalá, las calles estrechas
que vieron nuestro amor sollozaron a mi paso,
Goya y Mola eran piedras dolientes, su casa estaba cerrada.
Me acerqué al Barrio de Salamanca,
dime amigo, donde está Madrid?
Madrid ha muerto.
Cuando te marchastes, vinieron extraños a llamar a su puerta,
Ella, nunca la abrió a ninguno,
te esperaba, te habia esperado siempre,
pues dentro de su alma y de su cuerpo,
guardaba el aroma de su amor.
Por las noches se acercaba junto a mí,
con su soledad y tú recuerdo,
hablaba y hablaba de tí,
¿sabes, Sotillo huele a brezo, tomillo, jara y piorno,
él me lo dijo, y seré zagala.
Madrid ha muerto,
creo que toda España, olió a brezo, tomillo, jara y piorno.
Muy cerca, el campanil de la Beata Ana de Jesús rezaba por mí Madrid,
la brisa lloraba, sus lagrimas temblaban en mi cara,
y yo, perdido, solo, con el alma rota, sin saber hacia donde,
caminaba y caminaba.
Madrid, 15.XII.63 - J.Nicolás"
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